El Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, fue un guerrero y mercenario castellano, ya que ayudaba al rey que le pagara más.

El cid, cuyo nombre en áraba significa el señor, nació cerca de Burgos entre el año 1048 y 1050 y murió en Valencia el año 1099. Era hijo de Diego Laínez, infanzón de Vivar, de la nobleza menor, en las luchas entre navarros y castellanos en la línea de Ubierna–Atapuerca, y de Sancha o Teresa Rodríguez, hija de Rodrigo Álvarez de Asturias, de una de las primeras familias del condado de Castilla.
Se dice que fue investido caballero alrededor del año 1060 en la iglesia de Santiago de los Caballeros (Zamora) por el príncipe Sancho.
Alfonso VI recuperó el trono de León y sucedió a su hermano en el de Castilla. Las relaciones entre Alfonso y Díaz de Vivar fueron buenas en principio; aunque el nuevo rey le sustituyó en el cargo de alférez real por García Ordóñez, conde de Nájera, lo nombró juez o procurador en varios pleitos y le proporcionó un honroso matrimonio con Jimena Díaz (julio de 1074), noble asturiana, bisnieta de Alfonso V, con quien tuvo tres hijos: Diego María y Cristina.
Sin descartar la influencia de cortesanos opuestos a Díaz de Vivar en la decisión, todo lo anterior tuvo como consecuencia que el rey incurriera en la «ira regia» y decretase su destierro y el rompimiento de la relación de vasallaje con él. A finales de 1080 o principios de 1081, Díaz de Vivar partió al destierro e, inmediatamente, buscó un patrono al otro lado de la frontera. Junto con sus vasallos o «mesnada», entró al servicio desde 1081 hasta 1085 del rey de Zaragoza, al-Mutamín.

El Cid se reconcilió con el rey Alfonso V peró después le volvieron a desterrar con su esposa Gimena y con sus soldados y se fueron a buscar gloria.
El 15 de Junio de 1094 entró en Valencia.
El Cid murió entre Mayo y Junio del 1099 tras unas fiebres. Sus restos fueron inhumados en el monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña. Durante la Guerra de la Independencia los soldados franceses profanaron su tumba. Los restos fueron recuperados y, en 1842, trasladados a la capilla de la Casa Consistorial de Burgos.